A través de la pupila el oftalmólogo tomará fotografías del interior del ojo previa administración de un contraste intravenoso.
Este examen se hace para ver si hay circulación adecuada en los vasos sanguíneos de las dos capas que se encuentran en la parte posterior del ojo (la retina y la coroides).
¿En qué consiste la exploración?
1. Previamente se le administrarán en ambos ojos colirios que hacen dilatar la pupila.
2. Se le colocará sentado frente al retinógrafo (la cámara que hace las fotos de fondo de ojo) con la barbilla y la frente bien apoyadas para mantener la cabeza quieta durante el examen.
3. Con el brazo extendido sobre la mesa nuestra enfermera especialista le insertará en una vena una pequeña aguja con una vía para inyectar el colorante (este sistema es el mismo que se utiliza para extracción de sangre para un análisis).
4. Se administran por vía intravenosa unos 2 centímetros cúbicos de fluoresceína sódica.
5. Durante varios minutos se toman fotografías del paso del contraste por los vasos del ojo.
«Un resultado normal significa que los vasos aparecen de tamaño normal, que no hay nuevos vasos sanguíneos y tampoco ninguna obstrucción o filtración.»